Las raíces de la música están en el ritmo y la canción. Uno mueve el cuerpo o golpea algo como un tambor y el otro expresa emociones a través de la voz. El piano es, sin duda, un instrumento de percusión. En lugar de tocar un tambor, presiona las teclas (especialmente cuando tienes dos años y nadie te está mirando). Pero el piano también es un instrumento que puede cantar. Los mejores compositores y pianistas siempre lo han reconocido.
Frédéric Chopin, sin cuya música el piano sería un instrumento menor, comprendió lo importante que es el canto al tocar el piano. Desafió a sus alumnos de piano a escuchar a los grandes cantantes de la época y de la misma manera aprender a «cantar» una melodía en el piano.
Afortunadamente para sus estudiantes, París fue la capital musical del mundo y estuvo llena de cantantes maravillosos en las décadas de 1830 y 1840).
Escuche a Arthur Rubinstein
Uno de los grandes intérpretes de Chopin mientras “cantaba” el primer Nocturne de Chopin.
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